• La grieta de la crianza

    Begoña Arnaldes Alonso. El verano aprieta con el calor, pero no tanto como septiembre. No poder llevar a la niña de vacaciones o comprar solo productos de marca blanca en el  supermercado es medianamente llevadero comparado con no poder adquirir en la farmacia una caja de Ibuprofeno para que le calme, de una vez por todas, ese maldito dolor de espalda que le aqueja a pesar de su edad, 35 años, por no decir que no a trabajos de horario abusivo y posturas forzadas. No tiene paro ni derecho a subsidio porque antes de separarse alternó la crianza de sus dos hijos “ayudando” en el bar de su expareja, lugar…

  • Salud a la carta

    Begoña Arnaldes Alonso. Las líneas estratégicas del Ente público Osakidetza han evolucionado hacia la especialización desde el decreto de creación de las unidades de gestión clínica. Profesionales de la salud han visto orientada su actividad a una consecución de objetivos económicos cuya finalidad es la creación de microempresas que gestionen la salud de la población mediante un copago similar al farmacéutico: no solo pagamos con nuestros impuestos sino que somos consumidores de unos servicios que tienden a la concertación con el sector privado por medio de la elaboración de unas normas que son mecanismos legales para justificar la entrada de la empresa privada en el logro y mantenimiento de nuestra…

  • Ciudadanos, el recambio de la Transición

    Begoña Arnaldes Alonso. El congreso del PP celebrado en Sevilla se despidió con más pena que gloria, sin atisbo de victoria ante los comicios del año que viene. Añorando los viejos tiempos, aquéllos del “Cara al Sol”, lo único que se han atrevido a echar de menos ahora es el pasado próximo, ése que les otorgó la mayoría absoluta hace dos legislaturas y que les ha hecho legislar contra la libertad de expresión tanto en la sociedad como en la cultura. Franquismo sociológico de capa caída, como lo demuestra la evolución de la sociedad ante la represión de una democracia simulada, que dicta la Ley Mordaza contra raperos o persigue las…

  • Ser feminista es de guarras

      Begoña Arnaldes Alonso. Las mujeres no tenemos libertad ni para prostituirnos. Esta reflexión que suena a tremendismo tiene una base social tan normalizada que inmediatamente provoca reacciones en su contra; es la estructura patriarcal la que responde. Si sueltas esta frase en una conversación con gente, cualquiera te contradice alegando que tu cuerpo es tuyo y nadie te obliga, exactamente la misma reflexión de los naranjas de Rivera defendiendo el altruismo de las mujeres que alquilan sus vientres. Como en todo, la culpa es “de las chicas”, no del sistema ni de la hegemonía machista y cristiana que las usa.

  • Vuelta al Antiguo Régimen con la prisión permanente revisable

    Más dolorosa si cabe que la violencia de género en sus diversas manifestaciones es la utilización de las víctimas. El corte liberal del gobierno de M.Rajoy, que aprovechó la alarma social que causaban determinados crímenes por el tipo de víctima, como fue el caso de Sandra Palo o Marta del Castillo, perdió tono al comprobar en la socialización del dolor una oportunidad para implementar medidas de carácter cada vez más restrictivo; uno de los proyectos que llevaba en su programa cuando ganó por mayoría absoluta en 2015 fue la prisión permanente revisable, una vuelta al Antiguo Régimen por lo que supone de injerencia del Estado en el poder legislativo.

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