Drones o ladrones
Drones sobrevuelan el espacio aéreo de seguridad del palacio de la Zarzuela. Con esta noticia desayunábamos estos días. Al parecer, estas aeronaves teledirigidas sin tripulación a bordo, han invadido el espacio aéreo hasta situarse sobre la residencia oficial de los reyes. “¡Qué preciosa metáfora!” pensé yo mientras me llevaba la galleta a la boca.
La noticia ha causado un enorme revuelo porque la Guardia Real no cuenta con inhibidores de vuelo para evitar estas intrusiones. Pero la incorporación de drones al buen hacer diario no es una novedad, pensé yo, ni que Plutón esté en las antípodas del Sistema Solar y se hable de eso ahora. Los extraordinarios estrategas del Gobierno español llevan usando drones desde el principio de la humanidad, justo cuando la especie evolucionó y surgió el “homus neoliberalus”, que es una alteración genética del homo sapiens. Lo curioso es que también incorpora la antesala de la evolución en forma de chimpancés, gorilas u orangutanes pero en ambos casos no hacen uso de un cerebro, ya que el artefacto en cuestión es manejado por otros ; gracias a la observación que proporcionan los drones de la estadía del ser humano, se infiere que, pese a sus diferentes clasificaciones, suelen definirse de centro o centro-derecha.
Algunos de los ejemplos con los que nos encontramos en la historia contemporánea son el alcalde conquense de Villares del Saz, José Luis Valladolid, que planeando sobre el Ayuntamiento le soltó la perla “puta barata podemita” a la portavoz del PSOE en Castilla-La Mancha; José Torres Hurtado, su homólogo en Granada, “las mujeres cuanto más desnudas, más elegantes”, sin olvidar al de Valladolid, con muchas horas de vuelo, que contó lo que le puede pasar a un hombre al meterse en el ascensor con una mujer.
Ante estos antecedentes, no es de extrañar que Casa Real esté preocupada por la seguridad de sus inquilinos debido a que cuando sobrevuelan su objetivo pueden ser altamente dañinos aunque no lleguen a causar la muerte; el ADN mitocondrial transmitido hace que los esquemas de conducta se reproduzcan en sucesivas generaciones, como es el caso de José Botella Lluisá, tío de la exalcaldesa Ana Botella, dron que culminó su carrera con afirmaciones tales como ésta que viene a continuación, con la que nos explicamos los razonamientos de su descendiente de no mezclar peras con manzanas, en alusión al matrimonio homosexual:
“En esta educación juvenil de la mujer es un error educar a las mujeres igual que a los hombres. La preocupación que deben recibir para la vida es radical y fundamentalmente distinta. Una formación encaminada no a hacer de ella un buen ciudadano, sino una buena esposa y una buena madre de familia o, si se queda soltera, un ser útil a sus semejantes.”
Como quiera que sea, el genoma les hace resistentes al paso del tiempo y son un verdadero tesoro para la investigación en la biocronología del ADN, ya que son capaces de planear a lo largo del tiempo por diferentes espacios sin necesidad de haber sacado el graduado escolar, como es el caso de Alberto Fabra o Rita Barberá, que están intentando llegar hasta el Senado valenciano después de la hostia, en palabras de de esta última.
No es casualidad que nos lleguen las imágenes de Plutón ahora; expertos en el tema barajan la posibilidad de aprobar una nueva ley electoral gracias a la cual se les enviaría hasta el planeta enano prohibiendo su existencia en la Tierra precisamente por estos vuelos sobre Zarzuela, que alguno ya se les ha colado en forma de cuñado consorte. Así, también se procura el choque entre drones debido a su extensión para erradicarlos del Sistema Solar.