Ira

Trepas

 El gobierno del PP instalará vallas antitrepa para imposibilitar la entrada de inmigrantes subsaharianos a la Península a través de Ceuta. Se trata de un vallado de agujero diminuto que impide introducir los dedos para ascender y acceder a territorio español. A cambio, dejarán de usarse pelotas de goma para disuadir a aquellos que traten de acceder a nado hasta la costa. Las autoridades españolas coinciden en criticar la entrada masiva de inmigrantes a Europa por España, mientras el presidente de Mercadona, Juan Roig, defiende la subida de sueldos y el aumento de la  productividad.

Después de declarar ante el juez Pablo Ruz que realizó sendas donaciones de 50.000 euros tanto a FAES como a la fundación de la exvicepresidenta socialista Teresa Fernández de la Vega, “Mujeres por África”, a Juan Roig le ha parecido oportuno bajar a la tierra y defender a esos inmigrantes, africanos algunos, diciendo que el que roba en Mercadona se lleva jamón y whiskey, no productos de primera necesidad. Juan Roig no es multimillonario, o eso pretendía dar a entender cuando acudió en calidad de testigo a declarar a la Audiencia Nacional por figurar la empresa como donante de hasta 240.000 euros, según Bárcenas; si se refería a esto con lo de los jamones y el wiskey, demasiado permisivos han sido sus vigilantes de seguridad, pienso yo.
Juan Roig es un emprendedor  que, al igual que el resto del empresariado español, entiende que los africanos, sudamericanos,… vienen a buscar una vida mejor y por eso decidieron acogerles en masa, sin regularizar, a la búsqueda de mano de obra barata con quien obtener pingües beneficios. Ahora que, gracias a la reforma laboral auspiciada por dicho empresariado, la mano de obra barata somos los nacionales, son los primeros que sobran. Así de sencillo y sin llevarse ni un bote de jabón de la estantería: con un puñado de euros es suficiente porque parte de ese dinero puede revertir de arcas públicas; si la operación de compra de Ribera Salud por el que afirma que hay que pagar sanidad y educación para poder disfrutarlas hubiera salido bien, ahora Atitlan, fondo de capital de riesgo de Roig, poseería el 30% de un modelo sanitario público con el complejo Ribera Salud en Valencia.
Pero no hay que darlo todo por perdido, porque a este empresario al que le encanta el modelo chino por lo humano ya se ha pronunciado a favor de bajar  impuestos y reestructurar el sector público, o sea, que las tajadas de jamón se van a reponer en los estantes de Mercadona a velocidad de vértigo; dignidad buscan los africanos que asaltan la verja y encuentran concertinas; es una pena que no las haya a la entrada de los consejos de administración de grandes empresas donde van a parar los políticos que se jubilan a costa de nuestro dinero 

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