Ira

La Iglesia comparte el ébola con el pueblo

Bruselas ha anunciado que el riesgo de contagio del  ébola en la UE “es extremadamente bajo” y si lo hubiera, “los 28 estarían capacitados para hacerle frente”. Es la respuesta del órgano comunitario ante el temor a una pandemia internacional ahora que el religioso burgalés se encuentra en España procedente de Liberia, lugar donde han dejado al resto de los miembros de la congregación.

 

Si ya de por sí esta afirmación es hilarante, porque el país que se ha hecho cargo de que el virus del ébola no se extienda por el mundo es el mismo que repatrió los cadáveres del Yak 42 mezclando los restos mortales,  o el que trató de callar la boca a los familiares del accidente de metro en Valencia en 2008 con dinero para no depurar unas responsabilidades que todavía hoy se están pidiendo, cualquier turista que tuviera intención de venir a Madrid de vacaciones debería pensárselo dos veces; como en su día dijo el hoy Presidente del Gobierno Mariano Rajoy:  “hilillos de chapapote”, “pecata minuta” para un país que encabeza los rankings en materia sanitaria y de investigación pero nadie está libre de que le caiga un árbol en la cabeza, que los accidentes pasan. 

Lo que sí es motivo de preocupación para los españoles acostumbrados hoy en día a que tienen que pagar casi hasta por el aire que respiran no es el ébola, sino la pleitesía y el trato de favor concedido a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El Estatuto del Cooperante prevé que se desplacen a los países tercermundistas con un seguro privado a su nombre y la Orden, como empresa, no solo no les ha hecho ninguno sino que no han corrido con los gastos de repatriación y además dejan a su suerte al resto del personal; dicho de otra manera: un país que ha abierto dos veces la hucha de las pensiones para abonar a sus jubilados la paga extra,  abona el traslado a una empresa con una sicav cuyo patrimonio inicial eran 2.400.000 euros porque es una institución religiosa  y encima,  incapaz de habilitar un hospital o enviar medicinas a hombres y mujeres que han dado la vida por representar con más honradez que sus dirigentes el nombre de la institución http://lim.orgfree.com/notaprensa17.html. Pero hete aquí que el gobierno español, que a humano no le gana nadie, se compadece de un cura blanco aunque ponga concertinas a los negros infieles y decide traerlo gratis, pero gratis desde el principio, lanzando un globo sonda por medio del ministerio de Sanidad en el que anunciaba el cobro del traslado, y luego callando la boca a los críticos “porque su carácter humanitario zanja el tema”. Por eso me preocupa que el virus del ébola haya llegado a Madrid: porque era igual de eficaz que los curas hubieran puesto los medios necesarios para tratarles allí soltando parte del dinero que esconden, como el Vaticano y toda la alta jerarquía eclesiástica, esos que dejan morir a los pobres de ébola, entre otras enfermedades, para  beneficiarse de las bondades del Capitalismo.

 

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