Ira

El cura te bendice

Nunca ha estado la Iglesia católica a la cabeza de la vanguardia, ni siquiera cuando los conciertos de órgano de sus centros de reunión de fieles eran reproducciones y no con organista en directo. La participación de los fieles en las homilías no ha dejado de ser la del coro al sumo sacerdote, al que rodeaban de notas musicales preferentemente infantiles y femeninas; aunque no ha sido mi intención anteponer a los niños con ojos de cura; me ha salido así.

Son esas notas musicales, lejos de parecer cánticos celestiales, las que se han escuchado en medios de comunicación de todo el país y el único oído al que no han debido llegar es al de la Fiscalía; no hablan de los males que aquejan nuestra sociedad, mira que son muchos entre recortes de pensiones, abuelos a los que no les llega para comprar medicinas o escolares con hambre. Hacen política de púlpito arengando perlas como la del Obispo de Canarias, que lloró más que el día en que se estrelló el avión de Spanair con 154 personas a bordo, muchas de ellas de su diócesis; poco agradecido fue. 

Los curas tradicionales tejen sus redes sociales en la iglesia con los y las fieles. No me imagino un cura con un IPhone tuiteando sobre la actualidad como hace la clase política; aún así, los que tienen cargo son los únicos adoctrinadores que se han resistido al avance de la tecnología; podrían ser trending topic  en cincuenta caracteres con aforismos como este:

 “Abortar es como el holocausto. #TrenesDeAuswitch.”

La denuncia de una asociación feminista contra el Obispo de Alcalá de Henares fue archivada en julio de 2016. 

Otro tweet con mucha gracia es el del arzobispo de Granada:

“Cásate y se sumisa”.

Menos de 20 caracteres le coronan como el candidato ideal para acabar los dos años y pico que le piden a una estudiante murciana de 21 años por sus tweets de humor negro sobre Carrero, a los que hay que sumar 8 años de inhabilitación y de postre, antecedentes penales de por vida.  Con el hashtag LaMatéPorqueEraMía publicaría una mañana cualquiera la burrada que pronunció en una homilía; incitación a la violencia en estado puro, como le achacaron a Facu Díaz.

“La mujer que aborta da al hombre licencia absoluta para abusar de su cuerpo sin límite”

Se habría cubierto de gloria el Obispo de Tenerife  con su mensaje en la red, publicado en La Opinión hace ya unos años. No importa; el endurecimiento del código penal a raíz de la aprobación de la Ley Mordaza permite actuar con carácter retroactivo.

“Hay menores que desean el abuso e incluso te provocan”

Los curas no se meten con nadie, reza a modo de defensa la población católica practicante, mientras entona los acordes al ritmo del discurso banal e intencionado domingos y otros días de misa en el altar. Ocurre que mandan como siempre: desde arriba, sin móviles ni activismo social en las redes. Algunos sin activismo social de ningún tipo. Hoy en día son la clase social y el estamento político intocable porque no es popular. Para ser popular y denunciable hay que estar en redes sociales, los religiosos de los que hablo están haciendo su trabajo sin meterse con nadie, porque la infancia y las mujeres no somos nadie. Tampoco usan Twitter o tienen un espacio televisivo donde morderse la lengua. Y tanto valen que deberían liberalizar la religión católica para que la compre una multinacional y cobre por las misas y por las entrevistas a los citados. El que quiera un cura, que se lo pague. 

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