A Rafael Hernando no le gustan los perros
Para que quede patente el divorcio entre la clase política actual y la sociedad, tras el sacrificio de Excálibur por si estaba contagiado de ébola, el gobierno del PP ha decidido poner al frente del Congreso un doberman: Rafael Hernando. Cabe preguntarse si su actitud, ahora que va a ser portavoz del PP en el Congreso, viene provocada por poner al frente a la guardia más reaccionaria o, de cara a aparentar, hará declaraciones con bozal al igual que los diputados se fotografían con mordazas en la boca contra la norma que nos devuelve a tiempos del Franquismo. Una norma que estigmatizará a la ciudadanía por sus protestas sociales y la dejará indefensa ante la Policía y la Administración.
Rafael Hernando se licenció en Derecho pero no ha ejercido en su vida de otra cosa que no sea de político profesional. Su bautismo político vino de la mano de Manuel Fraga, que desde que murió decidió poseer su cuerpo y por ello Rafael Hernando se ha dedicado a insultar, quizá ahora menos con el pico atado con pañuelo. Ahora que es portavoz del PP en el Congreso, anuncia que los salarios suben y las pensiones se revalorizan cuando en otros tiempos han salido de su boca ataques flagrantes contra la II República a la que culpa de ocasionar un millón de muertos porque no cedió fácilmente a las pretensiones falangistas de Franco y sus acólitos. Prototipo de macho ibérico, de esos a los que les gusta tener la última palabra y si no se enzarza en la pelea, a Rafael Hernando tuvieron que sujetarle en los pasillos del Congreso para que no atizara a Rubalcaba; también se rió del hambre infantil en Andalucía haciendo comentarios jocosos en Twitter, defendió la gestión de Rodrigo Rato al frente de Bankia,…no sigo porque me canso.
Si Rafael Hernando no hubiera sido un trepa, ahora que se habla tanto de Francisco Nicolás, habría sido un individuo normal y corriente al que Fraga habría regalado el carnet del Depor y habría quedado con los colegas del fútbol para darse de hostias con los ultras del Frente Atlético. ¡Qué importante es el rumbo que uno le dé a su vida… ¡ Pero en vez de ser ultra Rafael Hernando decidió ser político, pero de los buitres que comen carne muerta, que es lo que hace cuando mira a cámara a millones de parados diciéndoles que su sueldo ha subido. Hubo una alcaldesa del PP, Esperanza Oña para más señas, que tuvo la brillante idea de declarar el 14 de abril el día del perro cuando en su provincia se estaban desenterrando fosas comunes de la Guerra Civil; y tiene razón, porque no hay animal más noble y generoso que un perro que siempre será fiel a sus principios, servicial con su amo hasta el punto de arriesgar su vida para salvar la de otros, incapaz de hacer devoluciones en caliente; Un perro está entrenado para defender a un enfermo y no abandonarle sin cuidados y pasará la noche en la calle si no tiene casa pero no especulará con ella. Hoy los buitres carroñeros en los que se transformaron las gaviotas que sobrevuelan las siglas del PP desprenden putrefacción. Por eso yo, antes que darme miedo el “bolivariano” Pablo Iglesias tiemblo de cara a las elecciones; llevan mordaza en el pico pero sus leyes siguen siendo las de Franco.