Ley del aborto

Alberto Ruíz-Gallardón es, al igual que José Ignacio Wert, un ministro incomprendido y sujeto a las maledicencias de la oposición política; aprobada su reforma de la Ley del aborto, que solo contempla los supuestos de violación en las doce primeras semanas de embarazo y malformación del feto con riesgo materno hasta la semana 22,a Alberto Ruíz-Gallardón debería sorprenderle que le acusaran de retrotraer el panorama jurídico a los años 80.

Ese político progre durante la etapa socialista que ya no se muestra solaz ante los medios de comunicación, podría ir más allá y defender en el Congreso aquello de que “el niño es lo primero” y “cualquier mujer daría la vida por su hijo”, que es lo que corría de boca en boca en la época del postfranquismo, cuando se estaba pergeñando la ley del aborto de 1985. Eso y que si  la relación no era consentida era imposible, por la resistencia de la mujer, que se produjera la concepción eran la herencia cultural de una época misógina en la que la influencia de la Iglesia abrumaba cualquier atisbo de libertad de pensamiento y de acción; cuando la Iglesia entra por la puerta, la inteligencia salta por la ventana del asco que le da.
De la época de Franco es la idea de que las mujeres no se pueden lavar con la menstruación, ignorancia pura y dura de una ideología que limitaba al ser humano en los aspectos más básicos de su vida, hasta que alguien dijo: “más jabón, menos religión”.

Ahora, Alberto Ruíz-Gallardón ha decidido que más religión y más jabón para untar y conformar ese lobby religioso que ha alimentado su tocayo en el Congreso y a la par ministro, José Ignacio Wert, que ha decidido el solo y sin la ayuda de ningún otro actor social que la Religión es indispensable para adoctrinar niños, futuro de este país, que crecerán sintiendo el sexo como algo sucio y bestial gracias a la sotana y al crucifijo; varones que siguen sus instintos abalanzándose sobre colegialas provocativas cual fémina en un anuncio de “Axe”. Penoso, como el que te quiten todos los derechos que te arrogan siendo feto en el momento en que ves la luz. ¡¡¡Gallardón!!! ¡Dales oportunidades a las mujeres para que puedan quedarse embarazadas y no tengan que recurrir a abortos baratos, dales conciliación laboral y familiar y cultura! Aunque igual la idea es revivir un ejército de “Sor Marías” maquinando a diestro y siniestro en hospitales para dar a los niños en adopción….