La bomba de El Plata
¿Café cantante, espectáculo erótico, tradición o sensualidad culinaria? A la hora de sintetizar el espíritu de El Plata, el fallecido Bigas Luna optó por aunar todas ellas para ofrecer a la capital aragonesa el espíritu original de los años 40 en comunión con su afán transgresor en la gran pantalla. El rompedor cineasta aportó a los números tradicionales de jotas, cuplés y rancheras, tan comunes en los inicios de El Plata, la explosión de los sentidos. La íntima conexión entre sexo y comida española ha sido el ADN de esta nueva temporada desde la reapertura en 2008 de la mano de Bigas Luna, que siempre ha querido dejar clara la conexión entre el hambre física y sexual, como así lo reflejan las diferentes sesiones del Cabaret ibérico; entre el Café ibérico y la Bomba del Plata discurren las Tapas y el Cabaret con números musicales divertidos por un lado y sensuales y pasionales por otro.
En sus diferentes versiones, pueden deleitarse con el espectáculo a diversas horas, desde la tarde hasta la madrugada, siendo la entrada gratuita y la consumición obligatoria; la excepción es la “sesión golfa” de El Plata, en la que la entrada se realiza previo pago de 12 euros con consumición y 15 con entrada preferente a las primeras mesas, aunque ésta es la sesión menos recomendable debido a que los números musicales son parecidos y a que, para esa hora, la falta de bebidas puede repercutir en el servicio al cliente a pesar de haber pagado la entrada; otro punto a tener en cuenta es que recogen las mesas enseguida, tanto en cenas como al final del espectáculo, con lo cual te ves obligado a acabar enseguida.
Por lo demás, aunque el servicio de hostelería no acompañe, se trata de un espectáculo digno de ver que destila profesionalidad en el escenario y educación en el servicio de seguridad.