Ira

La Esperanza en tiempos difíciles, según Dios

 

¡Queridos hermanos/as!

He tardado tanto en manifestarme porque el planeta es grande y no me gusta aparecer en plasma. Sabéis que mi naturaleza divina no me permite usar el ocio como excusa para decir que he estado muy ocupado en otros menesteres. Me cuesta, a pesar de ser Dios, controlar la naturaleza humana porque entre otras cosas, habéis evolucionado tanto que habéis inventado lo peor: la burocracia. “Pedid y se os dará” es un bulo mitológico propagado en las homilías, reflejo de las malas intenciones de algún secretario que levantó acta tendenciosa: ¡jamás pronuncié esa frase!; yo no soy político profesional.

Harto de un país que espera que se lo solucionen todo los demás, hice mío el dicho “A Dios rogando y con el mazo dando”. Hace cuatro años fuisteis a las urnas y votasteis PP, con la connivencia de los curas, diréis, pero en realidad es porque la naturaleza humana es influenciable. “Ésta es mi palabra”, dijeron los partidos del color azul y la gaviota; ofuscado, porque esa frase sí salió de mi boca, contemplé desde lo alto del monte Sinaí la desgracia que unos me achacaban como Dios y otros a Zapatero, pero ningún ser humano se atribuyó  su protagonismo ni  en cuanto a privatizaciones ni siquiera en el 15M, que comercializó otro mesías con coleta. 

En verdad os digo que yo, que me represento en paloma, nada tengo que ver con la gaviota. Harto de ver cómo os robaban el dinero en vuestras narices y ver cómo os conformáis con que el delincuente de turno os pida perdón y siga en su puesto, estuve a punto de mandar otro diluvio universal, pero Yo, Dios, que soy misericordioso, me apiadé ante la alta tasa de paro, los desahucios, el 30% de menores que viven por debajo del umbral de la pobreza. ..Y allí lo vi claro: las mujeres, con su derecho a voto desde 1931, tenían la solución frente al poderío masculino que lo ejerce desde 1890. Y les di las tablas de los 10 mandamientos de la recuperación a colectivos sociales representados por mujeres como Ada Colau, Mónica Oltra, Teresa Rodríguez o Manuela Carmena, que yo creo en la Resurrección, no en la reinserción. Y ahora que habéis reaccionado en las urnas primando vuestros intereses frente a falsas promesas, no pidáis a Dios una carga para que la soporten vuestros hombros sino unos hombros aptos para llevar vuestra carga; y no me defraudéis: unid las izquierdas si no queréis otro Tamayazo porque, como dijo Job, “Si el árbol fuese cortado aún queda de él Esperanza; retoñará aún y sus renuevos no faltarán”, porque ahora lo que siente la falsa Esperanza es humillación porque le han fallado sus votantes.  Y yo estoy de muy mala hostia con vosotros después de estos cuatro años.

 

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