Ira

RIP: Pedro Sánchez Pérez-Castejón, (28-6-2014…2016)

Queridos hermanos/as:

Nos hemos reunido en el Comité Federal para despedir al compañero Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Más carismático que su antecesor Alfredo Pérez Rubalcaba, Pedro Sánchez para los amigos y “conocidos”,  ha sentido correr por sus venas el socialismo arcaico y el conservadurismo más cañí de la España rural mientras lograba sus votos fotografiándose con obispos y banqueros hasta  lo pornográfico;  entre sus logros, mencionar que Pedro Sánchez fue uno de los artífices de la reforma del artículo 135 de la Constitución y consejero de la Asamblea de Caja Madrid en la época en que las votaciones por unanimidad daban paso al rescate bancario por parte del Estado.

Socialista con la boca pequeña, cuando Pedro Sánchez saltó a la arena política de la élite quiso representar bien su papel pero tardó cuatro años en llamar “indecente” a Mariano Rajoy y porque había elecciones por delante. En el momento en que tuvo la mínima posibilidad de ser investido presidente del gobierno sintió en sus propias carnes el clasismo de la nobleza, y no precisamente de la monarquía, que es de su agrado, ni de los marquesados, sino de la baronía. Y aparecieron los fieles como Gacía-Page,  Felipe González, Javier Fernández  y Susana Díaz, aquí presentes, señalándole el camino, o mejor dicho, la línea roja a no seguir: no habrá pactos que desestabilicen la unidad de España. Y así seguirá, una, grande y libre. Para que los barones aquí presentes recuerden ante su bonito cadáver la forma que tiene el PSOE de hacer política; dirigida a esa España rural bendecida por los PER andaluces que en ningún otro sitio le hubiera otorgado la mayoría a Susana Díaz, como tampoco fuera de Madrid se le votaría a Esperanza Aguirre o de Valencia a Rita Barberá. Carne de cortijo fácil de digerir, presa de trapicheos propios de la era del caudillo; ese cortijo sembrado de rosas rojas, que proyectan caché. Cambia la apariencia pero siguen abanderando el color rojo, cuya patente registraron en los ochenta.

Pero este país ya no es tan indocumentado ni tan conformista como hace cuatro años. De tanto evitar pactar con Podemos y aún así negar el apoyo a la investidura de Mariano Rajoy, el candidato socialista falleció de muerte natural porque sus rivales estaban enfrente, pero sus enemigos en casa. Tampoco les hubiera importado que se hubiera despeñado en un talud en “Planeta Calleja”, que lo que no mata engorda, igual que se quitaron de en medio a Eduardo Madina.  Solo veo que, una vez muerto, irá detrás el resto del PSOE porque, al igual que IU, ya se cargaron el partido los aquí presentes.

Por eso, y ya fuera de la homilía para despedir al finado déjenme que haga un pronóstico y calcule que ésta es la defenestración del PSOE delante de la ciudadanía. Y que hace bien Podemos en no pactar con quien jamás ha arreglado nada; así que mientras asistimos a otro capítulo de esta jaula de grillos en la que apuñalan a Pedro Sánchez, voy a por palomitas. 

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