Ira

Pablo Iglesias envida

Yo también soy de la opinión que vivimos un momento político apasionante: cuando Mariano Rajoy era grumete, vio los “hilillos” del Prestige y vaticinó que aquello pasaría enseguida. Hoy, ya capitán y con la gente que rodeaba el Congreso dentro de él, es el único líder de toda la Democracia incapaz de pactar con cualquiera de las 14 fuerzas parlamentarias que componen el hemiciclo por la política dictatorial que ha desarrollado durante estos cuatro años. Hasta Felipe VI “El preparao” vislumbró que no recibiría investidura alguna. Pablo Iglesias, pues, juega al mus.

A Pablo Iglesias le concedo el arrojo al envidar en esta partida, que, como  en el mus, juegan 4. Está clara la estrategia de Rajoy, dejar que se estrelle un gobierno que, de salir adelante, por encima del cadáver de Susana Díaz, duraría poco; si Podemos obliga al PSOE a cumplir el estricto código ético que vende y que alcanza a tod@s las imputad@s por corrupción que tiene dicho partido como hábitat, volvería a ser nuevamente el partido de Pablo Iglesias fundador, pero como ya le dijeron ante las cámaras, es un señor que manda poco. Para muestra los ataques de barones y baronesas con mensaje encubierto: rechazar el envido y pactar con el PP, partido que espera muy quieto a que llamen a su puerta “para facilitar la gobernabilidad”. 

Y como Ciudadanos no es de Izquierdas y ni siquiera de Centro, con sus escasos 40 escaños no puede convencerle de que, para abandonar el clasismo, hay que salir del barrio de Salamanca. Que a Pedro Sánchez, presto a coger el guante, le  gustaría la Presidencia del Gobierno no nos cabe la menor duda. Lo que es dudosa es la intención de Pablo Iglesias de que quiera materializar la oferta y se la ha jugado; se desdibujan “líneas rojas”, sí, pero solo son 300.000 los votos que le separan de la segunda fuerza política y las encuestas le son favorables. ¿La rápida jugada de envidar responde a facilitar la combinación de las mejores cartas o a que se merienden vivo a Pedro Sánchez? Porque entonces la partida acaba en una combinación de PSOE y PP o en repetición de las generales.

Auguro nuevas elecciones en breve aunque ya me gustaría ver de ministro de Economía a Alberto  Garzón. Al que no veo mucho tiempo en los telediarios es a Pedro Sánchez Castejón, al que van a relevar con la rapidez de un rayo o de un congreso extraordinario, justo lo que busca el equipo de Mariano Rajoy para pactar con el/la hereder@. Y quiero creer  que también es la jugada de Pablo Iglesias, que no es Podemos un partido para pactar con los croupiers del Ibex 35 después de todo el daño que han hecho con ERES, puertas giratorias y políticas de aprendiz como las de Zapatero ni el PSOE un partido cuyo líder tome iniciativas.

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