Ira

El oportunismo de la posverdad

Urge una reforma educativa que pondere las diferentes asignaturas por su funcionalidad y utilidad en el mercado laboral, claman las instituciones. Dejando a un lado que la asignatura de Religión la han vendido como el bote de jabón en semana de oferta, estoy de acuerdo en que los informes de PISA son un tirón de orejas al nivel intelectual de la clase estudiantil, que definirá el sentido de su voto cuando lo ejerza escuchando sesudos discursos.    

La clase política, mientras tanto, se esfuerza en cada cambio de gobierno en ofrecer una alternativa que mejore el resultado académico de nuestra prole. Con la llegada de nuevas formaciones al hemiciclo se han proyectado distintas combinaciones y permutaciones que han conseguido formar bloques a diestra y siniestra para cuadrar votos;  las matemáticas, a pesar de letradas y politólogos, son el fuerte de nuestras ¿señorías?  Cojean en idiomas, de todo el mundo es  conocido el nivel de inglés de expresidentes y señoras. La última la ha protagonizado un oportunista Albert Rivera con un tweet en el que,  junto a la portada de @TIME, el líder de las naranjas sonríe ante el debate abierto “entre neoliberales y populistas” cuando en el texto reza “between globalism and nationalism”. ¿Tienen que mejorar el inglés en los colegios privados? ¿Nos toman por idiotas? Lo primero no lo se, lo segundo es seguro. Albert Rivera ha demostrado su apoyo incondicional al gobierno del PP demostrando que en la asignatura de “posverdad” tiene cum laude. La posverdad es un término, en definición de Fundéu, que obvia la objetividad para defender el lado emocional, la mentira o la manipulación. Se consensua entre ideólogos afines para marginar al adversario político y acabar con su carrera. En este país existe la posverdad elevada a la máxima potencia. Somos la potencia de la posverdad; aunque como el concepto de arrimar el ascua a la sardina de cada cual ha existido siempre solo tengo la siguiente duda: ¿Somos una potencia?

El afán de Albert Rivera por parecer ir por delante de los demás le llevó a viajar a Venezuela en elecciones, a justificar su apoyo al PP en la comunidad de Madrid imputado tras imputado,… en definitiva, a labrarse el curriculum para trabajar en la Universidad impartiendo la posverdad si algún día se descuelga de la política. Tal es su afán, que podría ser que el autobús de “Hazte Oír” utilizara su busto de ariete si sigue circulando por ahí. Así llegaría con toda su cara antes que nadie a explicar, con la soltura de quien lleva años manipulando, que lo suyo es regeneración política y lo demás discurso vacío …y populista.

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